martes, 31 de agosto de 2010

Jugando con las nubes




Y buscando buscando... nos hemos topado con un juego que tiene en las nubes su principal elemento y atractivo. Revivir los sueños de cuando éramos niños y poder volar entre las nubes...
El juego Cloud fue diseñado por Jenova Chen en la División de Medios Interactivos de la Universidad del Sur de Carolina (EEUU) y su primera versión, lanzada en 2005, era un descargable gratuito a través de internet y que nos traslada de pantalla en pantalla a través de puzzles.
La línea del juego es clara y sencilla: un niño que está en el hospital y que empieza a soñar despierto y volar entre las nubes, manipularlas a su antojo en cuanto a forma y ubicación, manejar la climatología haciendo que llueva para limpiar el mundo... la no-violencia y el diseño artesanal son sus principales atractivos.
El juego fue diseñado para evocar la fantasía sobre las nubes y el vuelo, y sus mejores deseos para la naturaleza.

Este juego levantó un intenso debate sobre si los videojuegos podrían ser una obra de arte por su imagen tan cuidada.
Más información en la web del juego: http://thatgamecompany.com/games/cloud
Trailer del juego: http://www.youtube.com/watch?v=JoVXR-LBFB4

lunes, 30 de agosto de 2010

Caminar entre las nubes



Una espesa capa de nubes llena la habitación; en medio, una rampa permite llegar a ellas y atravesarlas. El viejo sueño de caminar por las nubes, hecho realidad. Una inmensa piedra de granito preside otra sala. El bloque está agujereado y el interior recubierto de cedro perfumado. La primera instalación es de Matthias Schuler y Tetsuo Kondo e ilustra la mutabilidad del espacio: cómo un pequeño cambio -la condensación del aire- transforma un entorno. La segunda lleva la firma de Smiljan Radic y Marcela Correa, y es una referencia al espacio seguro. Forman parte de la exposición oficial de la 12ª Bienal de Arquitectura de Venecia, que el domingo abre sus puertas hasta el 21 de noviembre.

Con el título de People meet in Architecture, Kazuyo Sejima (Ibaraki, Japón, 1956), la primera mujer que ejerce el cargo de comisario en la Bienal, pretende reflexionar sobre la esencia de la arquitectura, que no es más que la capacidad que tiene de crear espacios, y la manera que estos inciden en el individuo y el individuo sobre ellos.
MENOS OBJETOS / Para ello ha invitado a 46 profesionales a alterar cada una de las habitaciones del Arsenal y del Palacio de Exposiciones de los Giardini y a mostrar «una interpretación personal» sobre el tema. Así, Sejima cumple lo que prometió cuando aceptó el cargo: «Menos objetos y más espacios», es decir, pocas maquetas y muchas instalaciones. Tantas que People meet in Architecture está más cerca de ser una muestra de artes plásticas que de arquitectura.
Pero Sejima no huye de esta conexión con el arte, de hecho, la potencia, no en vano no todos los invitados a participar son arquitectos, hay también artistas plásticos como Olafur Eliasson, cuya instalación basada en un juego de agua y luz es una de las más aplaudidas.
Sí son arquitectos los cuatro representantes españoles. Antón García-Abril altera el larguísimo espacio del Arsenal creando una distorsión", explica, y lo hace a partir de la tensión que crean dos grandes vigas que cortan el espacio de forma horizontal. Más teórica es la opción de Andrés Jaque, que basa su obra en «pensar la arquitectura como algo que genera acción política», afirma. Y a dos construcciones, el Palacio de la Cereza del Valle del Jerte y al propio despacho hacen referencia, respectivamente, el estudio de Cristina Díaz y Efrén García, y el de José Selgas y Lucía Cano.
El resultado final, una exposición de la que ayer Sejima dijo sentirse «satisfecha» y que tiene como objetivo que el «público vea las posibilidades de la arquitectura».
Noticia extraida del diario Público: http://www.elperiodico.com/es/noticias/cultura-y-espectaculos/20100827/bienal-venecia-reflexiona-sobre-mutabilidad-del-espacio/453139.shtml

Más información en la web de la Biennale: http://www.labiennale.org/en/architecture/exhibition/sejima/
http://www.labiennale.org/en/architecture/exhibition/iae/

sábado, 28 de agosto de 2010

Construyendo nubes en Dubai

La ciudad de Dubai no ha dejado de sorprender al mundo en los últimos años por el derroche y la espectacularidad de sus construcciones. Uno de los megaproyectos presentados para la ciudad se basaba en la construcción de una enorme torre con forma de nube... una gigantesca estructura de 300 metros de altura que imita a una nube de tormenta.
El proyecto, desarrollado por el taller de arquitectura Hapsitus (http://www.hapsitus.com/), se presentó como un edificio que se inspira en las tribus nómadas, cuyas vidas se encontraban definidas por su relación con el sol, el agua y la arena, y que en sus viajes seguían el movimiento de las nubes. 
El edificio albergaría un hotel de lujo suspendido a 300 metros del suelo. Con una superficie de 20000 m2 incluiría lujosas habitaciones, jardines flotantes, un lago, restaurantes y un museo al aire libre que ofrecería una vista única de Dubai. Todo esto se encuentra soportado por una estructura a base de cientos de delgados pilares que harían las veces de "lluvia".


"La nube (el edificio) es un viaje, una divertida aventura en la ciudad. Es una presencia horizontal sobre una plataforma elevada, la antítesis de la suma de los rascacielos que ocupan toda la región. La Nube es un sueño suspendido entre el mundo artificial y el real”.



viernes, 27 de agosto de 2010

Cuando la nube se convierte en arquitectura (V)

Estar en las nubes (V), por Santiago de Molina





“¿A qué se parece aquella nube? Esa es una pregunta que todos recordamos en alguna ocasión y que no altera , por tanto, la consistencia de nuestra imaginación. Es mejor invertir la pregunta. Porque existe un arte -el preferido por el príncipe de la melancolía y por algún personaje de Baudelaire- de reconocer figuras en las nubes: figuras evanescentes, consumidas, huidizas: figuras de lo moderno. Es cierto. Pero hay otro arte, análogo e inverso, más misterioso, más pervertido, que no deja el consuelo de la memoria, sino que mantiene siempre abierta la punzada de la sorpresa: el arte de reconocer la nubosidad de lo quieto, el arte de saber ver, no lo estable en lo huidizo, sino lo huidizo en lo estable: saber ver un desvanecimiento, un envejecimiento, una transición, un cambio – que asoma ya emborronando la imagen-. ¿Qué de nube hay en ese camello, en esa comadreja, en aquella ballena? ¿Cuánta nube es esta ciudad, esa arquitectura, aquel rostro?.”(1)

Estas líneas de Quetglas arrastran, poco después, una importante cuestión: ”¿Cómo la figura de las nubes ha podido anunciar, presidir y seguir todo el desarrollo de lo que ha sido la arquitectura moderna?”.
La nube, desde este punto de vista, es símbolo clarificador entre la firme voluntad de forma de la modernidad y la disolución de sus intenciones. Pero podemos concretar aun más la cuestión: ¿Cuánto de nubes hay en la arquitectura de Le Corbusier, o de Zumthor, o de Herzog y de Meuron, o de Chales y Ray Eames, o de Mies van der Rohe?.
La respuesta es variable pero siempre está presente y es posible. Las formas huidizas siempre se manifiestan como dudas o como ambigüedades en el proceso. También se manifiestan por medio de los trazos borrosos o por una suma de partes excesivas.
Así aparecen esa clase de nebulosas en los croquis de grafito de las torres de Mies. También en la sucesión de brillos, reflejos y chispazos que se dan en el Pabellón de Barcelona. Efecto similar se consigue en la casa de los Eames, donde la materia por medio de los reflejos se convierte en algo veloz como las mejores escenas de acción de una película de guerra.
En los croquis de Zumthor para las termas de Vals, donde son agua y piedra nebulizados, como si del mismo material se tratase. En todas esas pieles agujereadas por la carcoma, o como gasas de fantasma, que son las chapas perforadas de Herzog y de Meuron . En la sala de la Asamblea de Chandigarh plagada de formas contradictorias y colores, donde su esencia de ripio y de nube, mágicamente, coinciden...


“De John Ruskin - mirador de nubes- a Coop Himmelblau – que pinta nubes cenitales contra el azul celeste- ; de Louis Sullivan- que cruza el continente americano como una nube, para llover sobre Chicago incendiada- a El Lisstskij (sic) – que tiende sus trampas estribanubes alrededor de Moscú- ; de Otto Wagner – que fecunda Viena desde un globo nuboso de lluvia dorada- a Bruno Taut – con nubes de sombra polícroma sobre Magdeburgo coloreada. Llueve sobre los altares de Firminy. Hay una nube de hormigón gris con el arco iris sobre Ronchamp...”

(1) QUETGLAS, Josep, 
Escritos Colegiales, Actar, Barcelona, 1997, pp. 19

jueves, 26 de agosto de 2010

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Cuando la nube se convierte en arquitectura (IV)

Estar en las nubes (IV), por Santiago de Molina





Estas nubes pertenecen a Juan Borchers. Se encuentran en uno de sus cuadernos de notas.
Las nubes son aquí masas en las que se muestra su evolución. Estas nubes actúan como una forma en movimiento.
El arquitecto anota al margen la hora en que realiza el dibujo. La filogénesis de cada una de las nubes, procede de la anterior. Existe un relato en la evolución de esas masas de vapor de agua. Pero un relato vacío de voluntad arquitectónica de ningún tipo desde el punto de vista de la forma. Es un relato blanco, puro, sin la intención de generar algo que deba cumplir una misión o un uso, y sin necesidad de justificarse. Por decirlo con otras palabras, es un relato del tiempo traducido a forma.
Es importante señalar aquí las diferencia entre un tiempo medido en términos digitales y un simple reloj de manillas: en el reloj digital el futuro desaparece. Vemos señalado solo el instante. La aparición sucesiva de los números llenan un presente que se escapa. Sin embargo el reloj de manillas o el reloj de sol, muestran un tiempo pasado y un tiempo por venir. Una promesa de futuro. (Podemos incluso expresarlo en esos términos cuando decimos que faltan 20 minutos para que llegue la hora). Por tanto, no es tanto un reloj del presente como del trascurso del tiempo.



Desde esa óptica podemos ver el Panteón como una maquinaria igualmente concebida para ver ese paso del tiempo. Pertenece a ese mundo en el que la arquitectura parece diseñada para señalar la eternidad que deben durar los dioses.
Al igual que un reloj de sol anticipa y promete las horas por venir en el Panteón, esas nubes de Borchers narran el trascurso del tiempo en términos de evolución de la forma de modo mucho más cercano al reloj digital. Es un tiempo arquitectónico diferente al de la obra de Adriano porque los cambios de las nubes son inconstantes y variables. Esas formas en evolución son una "obra abierta" en la que la nube sucesiva es impredecible, (o mejor dicho, poseen unas leyes de modificación que las hacen impredecibles).
También, esas nubes de Borchers son todas las nubes. En ellas queda, misterios de la vida, relatada una tarde en que Juan Borchers se dedicó a pintar nubes. Esa capacidad tiene el dibujo no solo de atrapar al objeto sino al mismo dibujante.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Cuando la nube se convierte en arquitectura (III)

Estar en las nubes (III), por Santiago de Molina



“La noche del miércoles al jueves después de Pentecostés (7-8 Junio de 1525), vi en sueños lo que representa este dibujo: una multitud de trombas de agua que caían del cielo. La primera golpeó la tierra a una distancia de cuatro leguas: la sacudida y el ruido fueron terroríficos, y toda la región se vio inundada. Tanto me hizo padecer aquello que me desperté. Después, las otras trombas de agua, espantosas por su violencia y su número, golpearon la tierra, unas más lejos y otras más cerca. Y caían de tan alto que parecían bajar todas con lentitud. Pero cuando la primera tromba estuvo muy cerca ya del suelo, su caída se hizo tan rápida e iba acompañada de tal ruido y de huracán que me desperté, temblando como una hoja, y tarde tiempo en reponerme. De suerte que, una vez levantado, pinté lo que aquí arriba vemos. Dios encamina las cosas hacia su mayor bien”

El sueño de un diluvio de Alberto Durero, de 1525, ilustra este texto. Existen muy pocos sueños dibujados del pasado, y menos aun, auténticos. Durero, al despertar, dibuja una nube destructora como una bomba atómica, -cosa que, por otro lado, ya ha señalado Yourcenar-. Una nube condensada en una tromba de agua que arrasa el territorio.
Podríamos decir que es una nube en caída. Se percibe no solo en el relato de Durero sino en el propio dibujo. También se nota su peso y su velocidad.
No es ya materia contradictoria, ni informe, como en los casos ya vistos. Esta idea de nube es velocidad y fuerza. Como un vector atraviesa la tierra y la hace retumbar. Se siente la nube como aguas en caída, pero aguas de brillo y acero quemado. Las consecuencias arquitectónicas de una idea así alterarían sin dudarlo el plano de suelo; debiera ser algo semejante a la huella que deja el impacto de un meteorito.
Me pregunto si Saénz de Oíza hubiese aceptado gustoso la ligazón entre la torre del BBV y esta obra de Alberto Durero.
Como poco, creo que habría sonreído.

martes, 24 de agosto de 2010

Cuando la nube se convierte en arquitectura (II)

Estar en las nubes (II), por Santiago de Molina




Estar en las nubes es costumbre entre arquitectos y bohemios, pero como se puede comprender, no está bien visto entre notarios o policías.
Estar en las nubes no es cosa compatible con la vida diaria. Si se está en las nubes te pueden robar la cartera y puedes ni enterarte. Pero como sintió Gaudí, si estas en las nubes también se pueden inventar cosas fabulosas, (aunque se acabe atropellado por un tranvía).
Estar en las nubes es soñar o estar distraído. No es de extrañar que gocen de tan buena fama en un mundo etéreo y virtual como el nuestro. Ni siquiera es una mala metáfora para explicar ese estado aparentemente distraído que es el comienzo del proyecto de arquitectura.
Las nubes difuminan sus contornos y hablan del instante. Igualmente de lo intangible y de la falta de permanencia. Esta informalidad en la que se mueven las ideas antes de convertirse en lluvia que todo lo empapa pertenece al mundo privado del creador.
Hemos visto ya el caso de unas nubes contradictorias: nubes de piedra y hormigón.
Si es que podemos encontrar alguna conexión entre lo informe y lo inmaterial debiéramos encontrarlo en este nuevo caso. En el pabellón de Diller y Scofidio para la Exposición Nacional de Suiza del 2002, la materia de la arquitectura se deshace hasta desaparecer. Un proyecto cercano a los efectos del ilusionismo, con el secreto anhelo de participación del usuario que eso siempre esconde.
En esta obra la arquitectura no es entendida como forma en los términos en que usamos habitualmente. Aquí la arquitectura es la encargada de generar la forma. O con otras palabras, la arquitectura es solo la infraestructura que produce el vapor y una disposición de los recorridos para que el impacto sobre el espectador sea mayor.
Como se puede deducir, la arquitectura no ha logrado aun, acercarse a lo verdaderamente informe.

lunes, 23 de agosto de 2010

Cuando la nube se convierte en arquitectura (I)

El tema de las nubes, que al principio puede parecer vacío y sin mucho contenido teórico... es una de las grandes inspiraciones de muchos arquitectos. Tener un material que flote, que se mueva, que mute... es el sueño de muchos de ellos. Por eso el arquitecto y profesor de la ETSAM Santiago de Molina en su blog hace una serie de referencias a este hecho.
Comenzamos por Nubes (I)



Cuenta Jørn Utzon que dos curas le convencieron para hacer la iglesia de Bagsvaerd cuando le contaron que todo el pueblo había estado ahorrando durante 25 años para hacer el edificio.

Los primeros instantes del proyecto se dan durante su estancia como profesor en la universidad de Hawai.
Entre esos dibujos aparece una comitiva en procesión bajo un cielo de nubes.
Ese techo de nubes se convierte en el trascurso de la obra en una hermosa superficie ligera y flotante de hormigón curvada que atrapa la luz.
Habrá quien se sorprenda, con razón, del proceso de toma de decisiones que hace que se pueda pasar del claro concepto de unas nubes como cubrición, a una superficie de hormigón, sin perder un ápice de coherencia. Ese tránsito de generación de las formas es específico y propio de la arquitectura.
La fidelidad de Utzon a la idea le obliga a resolver en esa superficie toda la complejidad del proyecto. Exigencias funcionales, constructivas y lumínicas conforman su precisa curvatura. El hormigón se pliega por medio de unas cimbras que le hacen conservar la memoria de las tablas con que fue construido.
Misteriosamente a la arquitectura le está permitido hacer nubes de hormigón salvando la contradicción con naturalidad.


La siguiente imagen es un fragmento del Éxtasis de Santa Teresa, de Bernini. Santa Teresa, a punto de ser alcanzada por el dardo angélico, flota entre nubes.
La imagen deshace el efecto que produce en realidad su presencia en la capilla de la iglesia de Santa María de la Victoria, en Roma. La escultura se encuentra situada a una altura considerable y el espectador que se acerca a ella percibe, en primera instancia, un conjunto masivo en el que la presencia del fondo dorado y la masa de piedra destacan sobre lo demás.
Curiosamente gran parte de esa masa flotante está compuesta por nubes y el ropaje plegado y replegado de la Santa.
Aquí las nubes de mármol se esculpen con un efecto aéreo, pero no dejan de sentirse como artificiales. De alguna manera, el conjunto triunfa por los gestos, posiciones y posturas de los personajes más que por las contradicciones materiales presentes.
Esas nubes de mármol llegan a ser la encarnación plena de esa contradicción tan del gusto Barroco.
Situar estas dos obras, frente a frente, obliga a pensar en lo específico de la escultura y la arquitectura más allá de la contemporánea mezcla y disolución de sus límites.
La arquitectura, más que ninguna otra disciplina, es capaz de generarse por medio de la resolución de las contradicciones latentes dentro del proyecto.
Prueba de ello es que nadie hablaría del proyecto de Bagsvaerd en términos de barroco. (Todo lo más, quizás, se podría hablar de ese tipo de complejidad en la relación entre la envolvente del edificio y su interior).
Continuará...

miércoles, 18 de agosto de 2010

Nube #1 llamando a...


Que en la naturaleza existe comunicación entre seres no es ninguna novedad... todos necesitamos comunicarnos, para subsistir y sobrevivir. Lo que no sabíamos hasta ahora es que las nubes también se comunican
 

"Las nubes se comunican entre ellas, de forma parecida a los grillos con su canto o las luciérnagas con sus fogonazos en una noche de verano". Así explica un comunicado de la Administración Oceánica y Atmosférica de EEUU (NOAA) el significado del hallazgo que un equipo de científicos de esta institución publica hoy en la revistaNature. El estudio revela que las masas de nubes que se forman sobre los océanos adoptan un patrón de organización que los investigadores equiparan al movimiento de una bandada de pájaros o de un sistema de dunas. "Siguen los principios de los sistemas autoorganizados; espontáneamente forman estructuras dinámicas y coherentes que tienden a repararse a sí mismas y se resisten a los cambios", añade la información difundida por el Laboratorio Nacional del Noroeste del Pacífico de EEUU, que también ha participado en el trabajo.

Cualquier pasajero en un avión, dicen los investigadores, habrá observado que las nubes sobre el océano forman una estructura con aspecto de colcha. Con un mayor nivel de detalle, los parches de la colcha, que tienden a una forma hexagonal, se dividen entre los que están rellenos de nube y los que dejan huecos con un aspecto similar a un panal de abejas. Los expertos llaman a estas formaciones estratocúmulos marinos.

Empleando modelos informáticos y datos recogidos desde barcos, los autores del estudio han descrito la evolución de estos panales de nubes, su formación y su dinámica. La estructura muta a lo largo del tiempo, de manera que donde en un momento determinado hay un hueco de la celdilla, un rato después habrá una pared nubosa del panal, y viceversa. Según los científicos, son la lluvia y las corrientes de convección las que transmiten las señales a través de la masa nubosa para que las estructuras vayan cambiando.

Hacer y deshacer
Cuando cae la lluvia, disipando las nubes, enfría el aire en su recorrido y crea corrientes de aire descendente que chocan entre sí y viran en sentido ascendente. El aire de la superficie, calentado por el sol a través de los huecos de las celdillas, sube y forma nubes verticales las paredes donde no las había. Las corrientes circulares van así haciendo y deshaciendo las nubes en la estructura del panal. "Los componentes de los campos de nubes se organizan de modo que sus componentes se comunican unos con otros y provocan episodios regulares de lluvia", explica el físico de la NOAA Graham Feingold. "Las nubes en este tipo de sistemas llueven casi al unísono", añade.

El descubrimiento de los científicos no sólo ayudará a comprender mejor la meteorología, sino que contribuirá al estudio del cambio climático. Los investigadores recuerdan que los océanos cubren la mayor parte de la Tierra, y que "el patrón de estas nubes afecta a cuánta energía del sol se refleja de vuelta al espacio", concluyen.

Noticia extraída del diario 'Público' (http://www.publico.es/ciencias/331852/nubes/comunican/organizarse)

martes, 17 de agosto de 2010

Nubes de humo



Hablamos de nubes, de lo que significan, lo que podemos hacer con ellas, lo que nos sugieren... pero en todo este tiempo hemos ignorado cómo se forman.
El ciclo del agua es continuo, la evaporación y la transpiración hacen que ascienda el vapor de agua y se concentre formando nubes que serán arrastradas por el viento y descargarán en zonas altas en forma de nieve y en zonas más bajas en forma de lluvia, de igual modo, las filtraciones y las escorrentías llevan de vuelta el agua a los ríos y al mar para volver al inicio.

De lo que nos olvidamos a veces es que los árboles tienen una gran culpa en todo esto, nos proporcionan el oxígeno necesario y ayudan a la formación de nubes. Por eso ahora, lo que vemos en el telediario sólo son nubes de humo, de humo de fuegos intencionados en su mayoría en los bosques que no benefician a nadie, ya que si quemamos nuestros recursos no tendremos mañana, además de que en algunos casos las llamas se cobran vidas humanas.

Hace ya unos años (en 2006) Galicia ardía por numerosos puntos de su geografía, las columnas de humo eran visibles desde el espacio y en zonas próximas el aire era irrespirable, en una mezcla de calor y humo.
Esperamos que la gente sea consciente de la riqueza ecológica que tenemos en el mundo y que sólo veamos nubes de vapor de agua, las que nos traen vida...


miércoles, 11 de agosto de 2010

Y tu... que sabes de las nubes? anímate y participa!!



Según la wikipedia:
Una nube es un hidrometeoro que consiste en una masa visible formada por cristales de nieve o gotas de agua microscópicas suspendidas en la atmósfera. Las nubes dispersan toda la luz visible, y por eso se ven blancas. Sin embargo, a veces son demasiado gruesas o densas como para que la luz las atraviese, y entonces se ven grises o incluso negras. Las nubes son gotas de agua sobre polvo atmosférico. Luego dependiendo de unos factores sus gotitas pueden convertirse en lluvia, granizo o nieve.

Según nuestra experiencia:
Una nube es símbolo de ligereza, puedes volar sobre ellas cuando viajas en avión o entre ellas si tienes la suerte de ir en avioneta. Bajo ellas sucede el milagro de la vida, nos traen agua para poder subsistir, nieve para poder divertirnos tirándonos bolas de nieve... y a veces son las culpables de que nos estropeen más de un plan para ir de acampada con los amigos o un estupendo día de playa.
Nubes para todos los gustos... los artistas se fijan en ellas para poder transformar sus ideas y los arquitectos sueñan con que sus edificios sean inmunes a la gravedad, a su imagen y semejanza.
Las cometas también nos sugieren la imagen de las nubes, se pueden volar, surcan los aires y podemos dirigirlas a nuestra voluntad.

Llevamos publicados varios posts con lo que el concepto de nubes es para cada uno, por su experiencia, curiosidad, innovación... y aun tenemos algunos en la recámara, pero queremos saber qué opináis vosotros, ya que este blog no es sólo para dar información y algunas ideas, sino para que sea un espacio abierto de opinión y posible debate de cara a la semana de acogida. ¿Os animáis a participar?, prometemos que será divertido, o al menos nosotros estamos disfrutando de la experiencia.

¿Qué es para vosotros una nube?
(explorando.arq@gmail.com)


lunes, 9 de agosto de 2010

Una nube en el cielo de Beijing




La propuesta del estudio MAD para Beijing 2050, se basa en una regeneración del tejido urbano, pero lo que más nos interesa de su propuesta es una isla flotante (a modo de nube) en el Distrito Central de Negocios de la ciudad.
Este proyecto, albergaría estudios digitales, restaurantes, centros de negocios, funciones del gobierno... conectadas horizontalmente para ser coherentes con las tendencias económicas: la conectividad y la interdependencia.
De este modo, se genera una ciudad sobre otra ciudad, llegando al concepto de capa sobre capa en el que la idea de la nube es ampliamente recurrida y proyectada de diversos modos.

Más información en la web del estudio: http://www.i-mad.com/index.asp?go/#/projects/location/32/

jueves, 5 de agosto de 2010

Nubes de bolsillo



¿Que te gustaría llevar en los bolsillos? además de cosas inevitables como el móvil o la cartera, estaría bien llevar algo que nos hiciese soñar... ¿qué tal unas nubes de bolsillo?
Box of clouds de Kim Laughton es la propuesta de este original artista, que introduce una pantalla de LCD dentro de una carcasa con 18 fotografías aleatorias que se cargan vía USB y que sólo se ven al trasluz, hacia el cielo, para poder hacer más interesantes los días de sol.

Se pueden ver más fotos en la web del artista: http://www.olivepixel.com/clouds.html

miércoles, 4 de agosto de 2010

Madrid desde el cielo

Vista desde la azotea del CBA hacia la Gran Vía




Hace poco tuve la ocasión de poder visitar la azotea del Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde se sitúa la exposición Madrid oh cielos! y poder contemplar como algunos de los fotógrafos más destacados del panorama nacional retrataban la capital viendo hacia arriba... hacia las nubes.
Aunque lo más increíble fue poder disfrutar de las maravillosas vistas de este edificio construido en el 1926 por Antonio Palacios (Porriño, 1874 - Madrid, 1945) en el que se puede disfrutar de las vistas de la Gran Vía y alrededores.

Web con algunas notas sobre la exposición: http://blogs.20minutos.es/revelados/2010/05/20/madrid-¡oh-cielos/

martes, 3 de agosto de 2010

Una nube proyectada


El proyecto preseleccionado en el concurso creado por el alcalde de Londres Boris Johnson para construir una atracción turística en el Parque Olímpico de la ciudad para las próximas Olimpiadas: el llamado The Cloud, o “La Nube”, de MIT es el comienzo de la posibilidad de poder construir nubes.
Esferas de 100 metros de altura que se pueden adaptar a cualquier presupuesto por su gran flexibilidad estructural, es un sueño que se puede hacer realidad de la mano de científicos del MIT y un equipo de arquitectos, ingenieros, artistas, diseñadores, escultores y escritores desperdigados por todo el mundo.
El uso de la tecnología como elemento principal y la máxima de que el edificio produzca la energía que consume son los pilares de esta nube de información en la que se proyectarían búsquedas en Google (uno de los patrocinadores) y las carreras de las Olimpiadas, además de servir de mirador y de parque público.

Más información en la web: http://www.raisethecloud.org/#home

lunes, 2 de agosto de 2010

Nubes sobre nubes



¿Qué pensarías al ver 2.057 nubes rosas con cara sonriente en el cielo de Londres? Stuart Semple pensó que sería motivador contra la crisis actual el ver este espectáculo en el cielo y que la gente se tomaría al menos un día con buen humor.
Se forman con una técnica parecida a las nubes de algodón, haciéndolas ligeras para que puedan sobrevolar la ciudad londinense.

Más información en la web: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/misc/newsid_7909000/7909958.stm y videos en la página del artista: http://tv.stuartsemple.com/